domingo, 5 de agosto de 2012

Arde mi piel

Todavía arde mi piel por tu tacto grabado en ella.
Todavía tiembla mi cuerpo al recordarte.
Todavía siguen hinchados mis labios por tu fuerza.
Todavía mi corazón se acelera.
Ayer todavía pensaba que hacías esto porque eras una persona pasional.
Pero de hoy no pasa: mi ojo morado y yo vamos a denunciarte.

4 comentarios:

  1. ¿Algún día algo feliz que no tenga ningún cariz tristón?
    ¡Qué fue de los finales felices -en los que no mueren perdices-! =D

    ResponderEliminar
  2. Gracias por leer, Enelia!!! :D

    Pues... pues... subiré historias felices, pero no me gustan jajaja

    ResponderEliminar
  3. Hola Sonia, me alegra mucho el leerte de nuevo.

    Muy romántica la historia inicial... al menos eso parecía.

    Espero poder seguir leyendo tus historias.

    Un saludo de Fisquero

    ResponderEliminar
  4. Es un honor leerte de nuevo, Fisquero. Muchas gracias por leer.

    Pronto subiré algo :)

    ResponderEliminar