lunes, 30 de julio de 2012

Acomodando el desván

Buenas, queridos lectores. No sé muy bien cómo empezar con esto. Y sé (estoy completamente segura) que el día de mañana esto que estoy escribiendo no me gustará. Porque me pasa con todo. TODO lo que escribo, aunque ahora me encante, al cabo de un tiempo lo veo tonto e infantil. Supongo (tonterías, no supongo, es así) que soy yo la que cambia, porque el escrito se queda igual. Pero, por norma general, no suelo cambiar nada de lo que escribo, porque si en su momento me pareció bien así, mi yo actual no tiene derecho a cambiar nada de mi yo anterior.

Bueno, me estoy yendo por los Cerros de Úbeda. La cosa es que creo este blog para meter todos mis relatos. Para tenerlos controlados. Porque soy un desastre y los pierdo. Y luego pienso en ellos y no los encuentro. Aquí, estarán "a salvo".

Intentaré poner, más o menos, la edad a la que los escribí. Aunque la mayoría ni lo recordaré. ¿Por que soy tan desastrosa?

Bueno, me callo ya. Ponéos cómodos y leed. Y si estáis leyendo, gracias por leer.


No hay comentarios:

Publicar un comentario